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  • «Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera» 

«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

REFLEXIÓN:Jesús nos dice que no hay que condenar a las personas cuando se desvían y cometen errores, sino ayudarlas a recuperarse en la vida. Esto es hacer justicia, no ajusticiar.

Juan (8,1-11)

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Al pie de la Parroquia
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EL SANTO DEL DÍA: https://www.vaticannews.va/es/santos.html
La Cuaresma, tiempo de perdón: ¡Conviértete!
La misa cambia de hora, desde el martes 1 de abril, será a las 8 de la tarde

ARJONILLA EN "ESPAÑA DIRECTO"
https://www.facebook.com/yustoalonso/videos/1534651249892555/

 

 V Domingo de Cuaresma

Juan (8,1-11):

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
– «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
– «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó:
– «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó:
– «Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
– «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

AGENDA PASTORALā€‹ 

 

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TRASLADO DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD: Se efectuará el próximo Domingo 6 de Abril a las 8 de la tarde,
desde la Ermita de la Soledad a la Iglesia Parroquial. Os recuerdo que es un traslado no una procesión.

 

COLECTA: De la Colecta para el Seminario se han recogido: 657,55€, que ya han sido entregados. De la Colecta del Domingo pasado se han recogido: 255,48€ para la parroquia.
 

JUBILEO VICARIA V: Este Domingo 6 de Abril habrá la peregrinación a la Catedral de Jaén para ganar las
indulgencias, en este Año Jubilar de la Esperanza. El encuentro será a las 6 de la tarde en la parroquia de San

Ildefonso. A las 6:30 se peregrinará hasta la Catedral, donde a las 7 de la tarde se celebrará la Eucaristía, presidida por el Señor Obispo de Jaén D. Sebastián. La parroquia de Arjonilla está invitada a asistir a este Jubileo..
 

TRIDUO; FIESTA Y PROCESIÓN EN HONOR DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD: El Triduo serán el Martes 8;
Miércoles 9 y Jueves 10 de Abril en la Misa de las 8 de la tarde. La Fiesta la celebraremos el Viernes 11 de Abril a las
8 de la tarde y a continuación habrá la Procesión.


BODA: El Sábado 12 de Abril a las 12:30 de la mañana, contraerán Santo Matrimonio: David Palomo Martínez con
Luisa María Plaza Lara. Les deseamos que sean muy felices.


DOMINGO DE RAMOS: Si el tiempo lo permite el Domingo 13 de Abril a las 11:30 de la mañana, habrá la Bendición de Ramos en la Ermita de San Roque, que concluirá con la procesión de las palmas hacia la Iglesia parroquial donde
celebraremos la Eucaristía. Si llueve la Bendición de Ramos será delante de la Puerta del Perdón de la Iglesia.

 

DOMINGO 13 DE ABRIL: No habrá Misa a las 8 de la tarde.

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INTENCIONES Y FUNERALES DE LAS MISAS DE LA SEMANA

 

SÁBADO 5: 20:00h+Manuel y Rosario Jándula. +Cayetano Hernández y
Araceli Aranda.
DOMINGO 6: 12:00h+Juan Guzmán Avilés. +Ana Zafra.

ā€‹JUEVES 10: 20:00h+Difuntos Familia Carmona-Castro.
VIERNES 11: 20:00h+Hermanos Difuntos de la Cofradía de la Soledad.
+Enrique Albín Víctor.
SÁBADO 12: 20:00h+Antonio y Rosario. +Manuel Bejarano.
DOMINGO 13: 12:00h+Juan Guzmán Avilés. +Ana Zafra.

PRIMERA VISITA DE NUESTRO OBISPO, con motivo de la Fiesta Estatutaria de "LA SOLEDAD"
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Monseñor Chico Martínez saluda al Papa Francisco durante la peregrinación diocesana a Roma

Comunión con la Iglesia Universal. El Obispo de Jaén saludó al Santo Padre al concluir la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro. Los peregrinos jiennenses estuvieron, también muy cerca del Papa Francisco.

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ACTIVIDAD PASTORAL

 

DOMINGO II  DE CUARESMA

 

CARTA PASTORAL PARA EL DÍA DEL SEMINARIO 2025

«Sembradores de esperanza»

Queridos diocesanos: En este Año Jubilar de la Esperanza, nos
sentimos llamados a vivir con renovada confianza en el Señor,
seguros de que “la esperanza no defrauda” (Rm 5,5). Con esta
certeza, celebramos el Día del Seminario 2025, bajo el lema
“Sembradores de esperanza”, una invitación a mirar la vocación
sacerdotal como un servicio de entrega a la Iglesia y al mundo,
irradiando la luz y la fuerza de Cristo Resucitado. El reciente
Congreso de Vocaciones, celebrado en el contexto de este Año
Jubilar, nos ha interpelado con una pregunta decisiva: “¿Para
quién soy?”. Cada vocación en la Iglesia es un don que hemos
recibido de Dios y que nace en el encuentro personal con Cristo
y en la llamada a una misión concreta. En el caso del sacerdocio,
esta misión es la de sembrar esperanza en los corazones. El
sacerdote no es un simple gestor de lo sagrado ni un funcionario
religioso. Es un sembrador, llamado a depositar la semilla de la
fe en el corazón de las personas, a sostenerlas en la caridad y a
infundir en ellas la certeza de que Dios camina con su pueblo.
Donde hay un sacerdote fiel a su vocación, hay esperanza: en la
parroquia, en el confesionario, en la predicación, en la atención a
los enfermos, en la entrega silenciosa y constante de su vida.
Toda vocación necesita un tiempo y un espacio para crecer y
madurar. Nuestro Seminario diocesano es el campo donde la
semilla de la llamada de Dios al servicio de los hermanos es
cuidada con amor y dedicación, para que pueda dar fruto en el
ministerio sacerdotal. Quiero aprovechar esta carta para felicitar

y agradecer de corazón al equipo de formadores de nuestro
Seminario, que con paciencia, sabiduría y entrega acompañan a
nuestros seminaristas en su proceso de discernimiento y
crecimiento humano, espiritual, pastoral e intelectual. Su labor,
discreta pero fundamental, es clave para que nuestra Diócesis
siga contando con sacerdotes santos y entregados. Igualmente,
deseo expresar mi alegría y reconocimiento a los veinte jóvenes
que en este momento se están formando en nuestro Seminario.
Cada uno de vosotros sois un signo de esperanza para nuestra
Iglesia. Con vuestro sí generoso al Señor, recordáis a toda la
sociedad que Dios sigue llamando y que merece la pena
entregar la vida por Él y por su pueblo. Os animo a perseverar
con alegría y confianza en este camino apasionante que el Señor
ha trazado para vosotros. El Santo Padre Francisco decía a los
seminaristas, enmarcado en el Jubileo de la Esperanza, que son
tres las señales que van marcando el itinerario en el viaje de la
vida y de modo particular las del camino hacia el sacerdocio. “La
primera es la dirección: hacia el cielo, al encuentro definitivo con
Jesús. No a las primeras posiciones, no a los sitios más
cómodos, esos son callejones sin salida, que si tenemos la
desdicha de embocarlos debemos salir marcha atrás con trabajo
y vergüenza. La segunda señal, los peligros en el camino.
Armados con el yelmo de la esperanza, se puede dar testimonio,
se puede perseverar en el camino del Señor, convencidos de
que Jesús los sostendrá siempre y nos dará además la fuerza de
ser sembradores de esperanza. Y la tercera señal, las zonas de
avituallamiento. En el camino, necesitamos ser sostenidos, sentir
la presencia del que es nuestra única esperanza, Jesús. Sin esa
esperanza, ponernos en camino sería una locura, pero fiados en
Él no tenemos dudas de que llegaremos al puerto deseado”. Que
vuestro camino sea siempre el de seguir los pasos de Cristo,
sumo y eterno sacerdote, que os conducirá al cielo; armados de
esperanza, sabiendo que es Dios quien sostiene vuestra vida y
siempre confiando en el que es camino, verdad y vida, nuestro
Señor. Queridos jóvenes, que podéis estar leyendo esta carta,
este es también un momento para vosotros. Dios sigue llamando
hoy, como lo hizo con nuestros seminaristas. A veces lo hace en

el silencio de la oración, otras a través de quienes nos rodean o
de experiencias concretas de la vida. No tengáis miedo de
preguntarle a Dios cuál es su plan para vosotros. Tal vez, entre
vosotros, alguien sienta la llamada al sacerdocio. Os animo a
confiar en Él y a seguir su voluntad con un corazón generoso.
“No penséis en darle al Señor las migajas de vuestra vida”,
porque Él no ha escatimado en entregarnos la suya. Quien se
entrega a Dios nunca queda defraudado; Él siempre recompensa
con amor, alegría y paz.
No podemos hablar de vocaciones sin reconocer el esfuerzo y el
trabajo que se realiza desde la pastoral vocacional en nuestra
Iglesia diocesana. Por ello, agradezco, de manera especial, a la
Delegación diocesana de Pastoral Vocacional y a todos aquellos
que, desde sus distintas responsabilidades y carismas, se
dedican a fomentar la cultura vocacional en nuestras parroquias,
movimientos y familias. Su labor es esencial para que más
jóvenes se pregunten, con sinceridad, cuál es el plan de Dios
para sus vidas y puedan descubrir la belleza de la vocación
sacerdotal.
El crecimiento de nuevas vocaciones sacerdotales no depende
solo de la buena voluntad de los jóvenes, sino del testimonio de
toda la comunidad cristiana. Sembrar esperanza significa
también sembrar vocaciones, ayudando a los jóvenes a descubrir
la llamada de Dios en sus vidas.
Por ello, como Iglesia diocesana, debemos comprometernos en:
· Orar intensamente por las vocaciones sacerdotales, pidiendo al
Señor que suscite en nuestro Seminario nuevos sembradores de
esperanza.
· Acompañar a los jóvenes en su discernimiento vocacional,
ofreciéndoles espacios de escucha, formación y dirección
espiritual.
· Sostener nuestro Seminario con generosidad, tanto con la
colaboración económica como con el apoyo humano y espiritual
a nuestros seminaristas.
Cada vocación es un don para la Iglesia. Cuidemos y
fomentemos este don, con la certeza de que el Señor sigue
llamando y enviando obreros a su mies.

En este camino de siembra, confiamos nuestra tarea a María,
Madre de la Esperanza. Ella, que acogió con fe la Palabra de
Dios y la hizo germinar en su seno, nos enseña a ser dóciles al
Espíritu y a confiar en el plan de Dios. Que, bajo su amparo
maternal, nuestro Seminario siga siendo un lugar fecundo donde
crezcan los futuros sembradores de esperanza.
Con afecto y en comunión en la oración, os bendigo de corazón.

+SEBASTIÁN CHICO MARTINEZ

OBISPO DE JAÉN

Para más información, a diario, tenéis el blog de Alfonso Rueda, pinchando aquí: http://cronicadearjonilla.blogspot.com.es/

Edita: Parroquia de la Encarnación
Arjonilla
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Encabezado 1

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